miércoles, 30 de septiembre de 2009

Serenata de Jazz bajo la luna

Serenata de Jazz bajo la luna. Óleo sobre tela 120 x 90 cms . GK

Imaginemos una agradable noche, iluminados por la luz de la luna y las farolas, un ambiente relajado y las notas que inundan el silencio nocturno con su ritmo y las ágiles improvisaciones de los músicos de Jazz, con una dulce melodía que busca incesante, pero infructuosamente, el oído de la persona amada, por quien la música deja de ser solo sonidos y silencios entretejidos en armoniosa secuencia, para convertirse en la romántica expresión del amor, la admiración y la amistad que en las cálidas tierras mexicanas llamamos serenata.

Cuatro amigos que se encuentran, virtuosos todos en el arte musical, que cobijados por la obscuridad de la noche y la complicidad de la luna, ejecutan con magistral destreza la melodía que recuerda al amor perdido, la etérea imagen de lo inalcanzable y el siempre presente recuerdo de lo imposible.

Al fondo un hombre, inmutable, marca el ritmo con su batería, con percusiones alternadas de tambores, tarola y platillos, en perfecta sincronía con el cavernoso y profundo sonido que emiten las cuerdas del contrabajo al vibrar guiadas por los habilidosos dedos del hombre que abraza el instrumento con delicada gentileza.

El metálico sonido del saxofón y la trompeta se alternan para interpretar la melodía, que cada vez es reinventada con audaces improvisaciones de los virtuosos, quienes transmiten sus sentimientos y personalidad en su magnífica ejecución.

En la obscuridad, un testigo mudo disfruta, impertinente y perezoso, los acordes únicos e irrepetibles de aquella mágica serenata improvisada. Un gato negro, cuya presencia nos ambienta en el famoso Chat Noir de Rodolphe Salis, el decimonónico establecimiento ubicado en el barrio de Montmarte en París, frecuentado por artistas y famosos, que aunque desaparecido ya, sigue siendo un símbolo de la vida nocturna y bohemia.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Bailarina de Ballet

Bailarina de Ballet. Óleo sobre tela 40x80 cms. GK

El Ballet es una de las artes escénicas que combina la danza, la mímica, la música, el decorado y la escenografía. Es una disciplina dura, que requiere de sus participantes mucha práctica para conocer las técnicas y dominar el cuerpo, para lo que se requiere concentración, flexibilidad, fuerza, coordinación y ritmo.

Horas y horas de práctica, de esfuerzo y preparación de una bailarina de ballet le han de conducir al momento de iniciar la presentación ante el público. ¿Qué pasa por su mente en ese momento?...ese instante en que es todo silencio, la adrenalina le inunda su cuerpo y puede oír el latido de su propio corazón. A lo lejos escucha el mudo murmullo del público expectante, mientras todas las lecciones aprendidas se agolpan en su cabeza y repasa los consejos recibidos de sus instructores.

Luego se escucha el primer acorde, a la vez que su cuerpo bien entrenado empieza el movimiento que da inicio al espectáculo, dejando atrás todo pensamiento para concentrarse en la perfecta ejecución de cada paso, cada movimiento es sucedido por los siguientes, en un flujo continuo que crea la ilusión de la historia fantástica que se ha de contar a través de la música y los cuerpos en armónico y dinámico desplazamiento continuo.

Este cuadro BAILARINA DE BALLET muestra ese momento, cuando las horas de práctica, el conocimiento y las habilidades adquiridas convergen en un largo instante de expectante silencio, preámbulo de lo que ha de seguir: el arte, la magia y el espectáculo.

sábado, 12 de septiembre de 2009

El Cascanueces

El Cascanueces. Òleo sobre tela 40x80 cms. GK

Este cuadro forma parte de la serie de bailarinas de Ballet, de la cual ya había publicado EL CISNE. En esta ocasión les presento el CASCANUECES, con música el mismo autor, Tchaikovsky, con una coreografía original de Lev Ivanov, originalmente basado en el libro de cuentos de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, titulado: "El Cascanueces y el Rey de los ratones" (1816). Sin embargo, el argumento que daría vida, años más tarde al ballet de Tchaikovsky deriva de una adaptación que Alejandro Dumas (padre) hiciera del texto de Hoffmann.

Por su ambientación este ballet se relaciona con la época navideña, y su música es ampliamente conocida porque fue utilizada en las películas de Home Alone. Aun falta para diciembre, pero me adelanto un poco con ese espíritu, como Ebenezer, el personaje de Dickens, quien llevaba la Navidad en su corazón todo el año, sin importar las fechas y les comparto este cuadro inspirado en esta bonita historia.

En el cuadro se plasma una dinámica escena de este famoso ballet, enmarcado en una noche nevada y fría, contrastando con el colorido ambiente interior con el árbol, los regalos y por supuesto la niña con su regalo el cascanueces en forma de soldadito, los protagonistas de la historia.

La historia del Cascanueces es un ballet en dos actos y 5 escenas.

Acto I
Escena 1

Es Navidad. Entre los invitados que llegan a la casa de la familia Shtalbaun se encuentra Drosselmeier -el preferido por los niños. Impacientes, los pequeños esperan que en el árbol se enciendan las luces de colores. Llega el mago con su regalo para los niños: un teatro de marionetas. La fiesta continúa; los abuelos también bailan superando los achaques propios de su edad mientras los niños juegan. Las marionetas Colombina, Arlequino y Saracinos inician su baile. Todos están muy emocionados cuando el mago se quita su máscara: es Drosselmeier. Clara y Fritz, los hijos de Shtalbaun le piden a Drosselmeier que les regale las marionetas pero éstas ya se las han llevado. En su lugar les regala un ridículo muñeco cascanueces. Fritz arrebata el muñeco a Clara y lo rompe. Ésta le consuela echándole en la cama. Los invitados abandonan la casa después del baile para finalizar la fiesta navideña.

Escena 2

Ha anochecido y la habitación donde se encuentra el árbol adquiere un aire misterioso, casi milagroso. Asustada, Clara va a ver a su muñeco enfermo Cascanueces. Melancólica observa como un búho se convierte en Drosselmeier mientras la mira con una sonrisa burlona. A su señal, del suelo aparecen ratones encabezados por su Rey. Clara quiere huir pero las fuerzas la abandonan y sólo consigue acercarse al árbol que muy deprisa empieza a crecer, mientras todo a su alrededor cambia. Los soldados de plomo cobran vida y, encabezados por Cascanueces, inician una batalla contra los ratones. Las fuerzas son desiguales, van venciendo los ratones cuando Cascanueces se queda sólo ante el ejército de roedores. Clara lanza un zapato al Rey de los Ratones y consigue ahuyentarlos. Cascanueces yace en el suelo. Clara se acerca a él: es un joven príncipe. Él la mira agradeciendo su ayuda.

Escena 3

La habitación se convierte en un bosque invernal. Unos levísimos copos de nieve bailan milagrosamente mientras una estrella del árbol atrapa a Clara y al Príncipe Cascanueces como en un sueño, introduciéndolos en una carroza que les conducirá hasta la cima del árbol.

Acto II
Escena 4

Juntos inician su viaje hacia la cima del árbol, pero los ratones les alcanzan entablándose una nueva batalla. En esta ocasión Cascanueces sale vencedor. Llegan al reino de los muñecos donde son recibidos por doce pajes. El Príncipe narra lo sucedido y cuenta como Clara le salvó, motivo por el que todos muestran su agradecimiento, celebrando una gran fiesta en honor de ambos. Se despiden del reino de las Nieves y siguen su camino por el Río de la Limonada hasta llegar al Reino de las Golosinas donde la Reina de los Dulces los espera con un agasajo en su honor en donde varios bailarines de distintas partes del mundo bailan para ellos.

Escena 5

Finalmente, el mundo de ensueño de Clara se desvanece y ella se despierta dándose cuenta que todo ha sido un sueño. Sus padres van a buscarla para que salga al portón a despedir a su padrino Drosselmeier quien junto con Daniel regresa a su taller de relojes y muñecos.

Espero les guste este cuadro. Hasta la próxima....

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Luna sobre la Ciudad

Luna sobre la Ciudad. Óleo sobre tela 30x40 cms. GK
.
Hace unas semanas se cumplieron 40 años desde que el primer hombre pisó la superficie de la luna y alguien comentó al respecto:
.
“Se cumplen cuarenta años que el hombre conquistó la luna, pero la luna hace miles de años que ha conquistado el corazón de poetas, artistas y enamorados…”

.
Cuánta razón… solo con hacer un breve repaso a los poemas de García Lorca, gran enamorado de la Luna, para ver la importancia que el satélite de la Tierra, la pálida y cambiante pero eterna Selene, ha tenido en la producción literaria, así como la ha tenido en la musica (Hijo de la Luna: “…y si el niño llora, menguará la Luna para hacerle una cuna.” MECANO). Y qué decir de la pintura, de las cuales me viene a la mente la colorida y tormentosa pintura Noche Estrellada de Van Gogh, donde nos muestra un paisaje nocturno con una luminosa luna menguante rodeada de brillantes estrellas, cuadro que pintó en su delirante retiro hospitalario después del famoso incidente de la oreja.
.
Hablando del pelirrojo pintor holandés, su mutilado apéndice y grupos españoles me viene a la mente las canciones de la Oreja de Van Gogh; los que también le cantan al luminar de la noche, como en sus inicios con La Estrella y la Luna (Cuenta un sabio de hoy que una estrella fugaz, /en el cielo azul tapaba al astro lunar./ Era tal el candor que despedía al volar,/ que la luna no dejaba de llorar…) que nos la muestra envidiosa y vengativa contra una estrella que le opaca. O preguntando al creyente optimista “Crees que haya una escalera a la luna”. O la canción de abandono y dolor, donde le dice a su pareja ausente “Sin tu luna, sin tu sol, sin tu dulce locura,/ me vuelvo pequeña y menuda.”
.
Así, continuando con en esta larga tradición de artistas y enamorados de la luna, aderezada con toques de locura y actos impulsivos, me dió por pintar a la Luna (afortunadamente el impulso no fue por cortarme la oreja).
.
Este cuadro, "Luna Sobre la Ciudad", es un intento divertido de plasmar una tranquila noche, cuando la ciudad descansa, mientras arriba la luna vigilante “la mira mira, pero nadie la mira a ella”. Así nos dedica una amarilla y amorosa sonrisa, de simpatía y complicidad….después de todo hay que ver de vez en cuando la luna y observar su sonrisa, para que nos siga siendo favorable y no sea que algún día, cambiente como es, nos muestre “la otra cara de la luna”…. la que se burla de la mala suerte, del deseo no cumplido o el amor perdido.
.
Para terminar les dejo un par de fragmentos del gran poeta español de la generación del 28, el gran gitano (perdón al escritor donde esté, por insistir en su falsa condición de gitano), Federico García Lorca:

ROMANCE SONAMBULO:
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.

El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.

ROMANCE DE LA LUNA:

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.